Frecuentemente, los niños y adolescentes con discapacidad, presentan dificultades para comprender lo que los adultos les dicen. “¿Por qué le tengo que repetir las cosas? Está haciendo algo que no tiene que ver con lo que le pedí. ¿Habrá comprendido mi intervención? ¿De qué forma le tengo que hablar para que entienda? ¿Cómo se siente? ¿Por qué no me cuenta lo que le pasa? ¿Cómo hago para que entienda esto?” Estas son alguna de las preguntas que los adultos que interactuamos con niños con discapacidad, nos hacemos.

Muchas veces los niños con estas características se pierden la oportunidad de tomar las intervenciones que los profesionales hacen, porque no las comprenden. Es decir, si yo quisiera pasar con un camión por un túnel muy bajo, probablemente no lo lograría o el camión se rompería. En este sentido, es importante saber cómo son los túneles, para utilizar el vehículo adecuado. De este modo, una evaluación correcta sobre los niños con discapacidad, podría permitirnos construir estrategias adecuadas para mejorar la comunicación con ellos, en definitiva, para entendernos mutuamente.